lunes, 29 de julio de 2013

Who are you?

Yo: Deja de ser estúpido y pásame el libro. – gruñí hacia un inmutable Paul que se entretenía hojeando las páginas del libro que minutos antes me había arrebatado de las manos.  Todos mis esfuerzos por recuperarlo habían sido en vano, era demasiado fuerte para siquiera intentar vencerlo. Al menos físicamente.

Separó sus ojos avellana de las páginas del libro y me miró penetrante.

Paul: ¿Cómo puedes leer esto? Austen es basura.

Yo: Austen es una diosa, y si no te gusta, te agradecería que me lo devolvieras.

Él se sentó en mi cama al frente mío recostándose contra la pared, y dejó el libro a su lado, pero cuando intenté agarrarlo, detuvo mi mano bruscamente.

Paul: No tan rápido. Tenemos un asunto pendiente del que hablar. – musitó la última parte de la frase con un aire sombrío que me hizo apartar la mirada. – No me evites Martha, tenemos que hablarlo.

Yo: ¿Y de qué se supone que quieres hablar, eh? ¿De cómo te aprovechaste de mí y me quitaste la virginidad, de eso? – exclamé alterada. La situación estaba acabando con mis nervios.

Paul: Cálmate Martha, déjame hablar…

Yo: No, cállate McCartney y devuélveme el libro. No pienso dejar que me quites eso también.

Él se quedó pensativo dándole vueltas a mi desvencijada edición de “Sentido y Sensibilidad”.

Paul: Si me voy no te daré el libro, y si te lo doy, no me iré. – murmuró a modo de amenaza.

Enarqué una ceja indignada, pero lo último que quería era ponerme a pelear por un detalle irrelevante como ese.

Yo: Haz lo que quieras. – gruñí y saqué otro libro de mi estantería. Él exasperado, me agarró por las muñecas y las sostuvo con tanta fuerza que me dejó inmovilizada.

Paul: Escúchame. Yo recuerdo tanto o menos que tú, así que no tienes razones válidas para estar enojada conmigo de esa forma. Además, no era sobre eso que quería hablarte.

Yo: Me estás haciendo daño. – me quejé secamente. Él soltó mis muñecas, pero me tomó de la mano para evitar que me fuera. - ¿De qué más podrías querer hablarme?

Paul: De tus convulsiones extrañas, o lo que sea que te dio mientras estabas en mi casa. Estuve a punto de llamar a un hospital ¿sabías? Si tu intención era asustarme, créeme que lo lograste y mucho.

Cuando Paul dijo eso, me recordé vagamente contándole acerca de mis extraños sueños y todo lo relacionado con eso. No podía creer que me hubiera pasado eso en su casa, eso era el colmo de la mala suerte. Cerré mis ojos y suspiré.

Yo: Eso no es algo que te interese McCartney, pero puedes estar seguro de que no pasará otra vez en tu presencia.

Paul: ¿Y cómo sabes que no me interesa?

Abrí los ojos sorprendida y me encontré con los suyos a escasos centímetros de los míos, observándome con fijeza. Sus manos que aún sostenían las mías, apretaron mis dedos y nuestras respiraciones se aceleraron a la vez. Ahora más que nunca estaba segura de que todo esto estaba mal, no podía empezar a cambiar de sentimientos por personas tan rápido o terminaría explotando de un momento a otro. Estaba a punto de decir algo cuando esa neblina de privacidad se vino abajo.

X: Martha, ¿estás…? Demonios.

Paul se separó bruscamente de mi lado y levantándose con premura, salió casi corriendo de mi habitación.

Al otro lado, John me observaba con el ceño fruncido.

(NARRA JOHN)

El ensayo había acabado hacía mucho, y ya que ni Mimi ni Fernanda estaban, pensé en aprovechar el momento para aclarar las cosas con Martha. Mientras subía las escaleras, recordé que no había visto salir a Paul de la casa y con un mal presentimiento, apuré el paso para lo antes posible a su habitación.

Lo sabía.

Ahí estaban, separados por no más de cinco centímetros y con las manos entrelazadas. Se observaban como idiotas. Al verme, Paul se levantó con rapidez y salió de la habitación sin despedirse. Tampoco es que esperara que lo hiciera.

Martha: ¿Qué haces aquí?

Yo: ¿Qué hacía Paul aquí?

Ella dirigió su mirada hacia la silla de su escritorio, donde un juego de llaves reposaba sobre una arrugada blusa. Fruncí el ceño aún más con el recuerdo.

Yo: Ah, cierto que estabas jugando a ser la perra de Paul. ¿Qué tal te fue, cariño?

Ella apretó los puños y me miró con furia.

Martha: No creo que estés en posición de replicarme nada, estúpido. Además, no recuerdo nada de lo que pasó con McCartney, pero puedes estar seguro de que no se repetirá jamás.

Yo: ¿Pero de qué demonios hablas? – respondí totalmente perdido cuando mencionó lo pirmero. No tenía ni idea de a qué se refería.

Martha puso los ojos en blanco y se levantó de su cama, dirigiéndose hacia afuera.

Martha: Olvídalo, es obvio que no se puede hablar contigo. – se detuvo un momento para mirarme con ira mientras una lágrima se escurría por su mejilla – Y gracias por la sorpresa de cumpleaños, fue lo más horrible de mi vida.

Yo: ¿No te gustó la fiesta?

(NARRA MARTHA)

¿De verdad era tan estúpido o estaba fingiendo? Podía matarlo en este instante y no sentir ni una pizca de remordimiento por ello. Puse mi mano en mi rostro y musité vagamente:

Yo: Sal de aquí John, haz algo productivo.

Él no se movió, solo se quedó ahí, mirándome confundido y enojado. Suspiré.

Yo: Sé que quieres que te diga exactamente qué es lo que pasa, pero no seré yo la que te dé la respuesta que buscas tan explícitamente. Tendrás que deducirlo por tu cuenta.

Y ya que al final Paul terminó llevándose el libro, decidí ver algo de televisión para despejarme un rato. Este dilema iba a terminar matándome.

*******************************************************************

Yo: Demonios. – maldije cuando al levantarme del incómodo sofá y estirar mi adolorida espalda, ésta crujió como si estuviera oxidada. No, era demasiado joven para ser tan vieja.

Subí perezosamente las escaleras hacia mi habitación, pero al abrir la puerta, casi me caigo hacia atrás. El lugar que horas antes había quedado perfectamente arreglado, estaba totalmente de cabeza, había cosas tiradas por el piso y un fuerte olor a alcohol inundaba todo el lugar. Arrugué la nariz y al descubrir la fuente de todo ese desorden negué la cabeza con fastidio y entré al baño para darme una ducha.

No llevaba ni una semana compartiendo habitación y ya no lo soportaba, me estaba volviendo loca. Tanto desorden no iba conmigo y si seguía así, terminaría tirándome por la ventana.

Mimi seguía intentando disuadirme de entrar a la escuela de artes, pero ya era todo un hecho, no había marcha atrás. Además, si no me dejaba, sabía que Stu me raptaría para que fuera.

Ya habían pasado unos cuantos días desde que había dejado de ir definitivamente a la escuela, y no tenía intenciones de entrar a la Escuela de Artes hasta que el semestre empezara.

Acabando de desayunar, fui directamente a hablar con Mimi, para arreglar ciertos asuntos que amenazaban con mi salud mental.

Yo: ¿Mimi?

Mimi: Martha cariño, ¿qué pasa?

Se me cruzó por un momento soltarle algo como “Estoy enamorada de mi hermano y perdí la virginidad con uno de sus amigos” pero el resultado sería caótico. Además, ya no estaba enamorada de mi hermano. O al menos eso esperaba.

Mimi: ¿Qué sucede?

Yo: Pues… no quiero sonar egoísta ni nada, pero…

Mimi: No quieres que Fernanda comparta cuarto contigo. Lo sé, se nota bastante.

Sonreí ante su perspicacia y asentí.

Mimi: Martha, lo entiendo, pero no puedo echarla así sin más, ya sabes que lo único que queda libre es el sótano y está repleto de basura.

Pues le queda perfecto” pensé, pero de inmediato se me vino una idea que si bien me llevaría mucho tiempo, y sería bastante molesto al principio, me daría mucha más libertad de la que tenía incluso antes de que ella llegara.

Yo: No te preocupes Mimi, me acaba de llegar la solución.

Y dejándola confundida y mirándome como si en serio necesitara ayuda psicológica profesional, me fui a anotar la idea antes de que se me olvidara. Sin embargo no llegué a hacerlo.

Yo: ¿Eres idiota o qué?

John: ¿Y tú ciega? Deja de echarme toda la culpa estúpida, tú también chocaste conmigo.

Desde el suelo por el impacto, mirándonos como si de un momento a otro fuéramos a saltar para sacarnos los ojos, le gruñí amenazante. Mimi salió de su cuarto ante el alboroto y se quedó observándonos reprobatoriamente.

Mimi: Es increíble que estando tan grandes sigan tratándose así. Por un tiempo pensé que empezaban a quererse como debía ser.

Me sonrojé violentamente y John soltó una risa burlona, para luego levantarse y ayudarme a ponerme en pie. Una vez incorporada, me dirigí hacia el baño para observar la magnitud del golpe.

Unos brazos rodearon mi cintura, mientras que el cálido aliento de la misma persona me recorría el cuello.

John: Lo siento.

Sabía que no se refería solo al golpe, sino a toda la situación en general. Era su forma de pedir perdón sin exponerse demasiado. Por mi parte, estaba totalmente congelada, había olvidado cómo me seducía su contacto y justo en ese momento, en mi cabeza no podía hilvanarse un solo pensamiento medianamente coherente.

Al notar mi reacción, John cerró la puerta tras de él y me volteó para mirarlo, mi respiración era tan anormal que podrían haberme internado de urgencias en un hospital. Se acercó con cuidado y tomándome de la cintura otra vez, acercó sus labios a los míos. No hubo forma de resistirme.

Lo besé como no besaba a nadie en días, la ansiedad empezaba a carcomerme y esto fue bastante liberador. Mis manos se agarraban de su cabello con desesperación para atraerlo hacia mí, él por su parte, no se quedaba atrás y empezaba a ponerse agresivo.

Pero en el instante en el que me separé de él para tomar aire y me fijé en sus ojos, mi cabeza se fue totalmente. Un hombre que tenía los mismos rasgos de John pero más viejos, me miraba desde el otro lado penetrante y con una sonrisa burlona.

X: Bueno, no me esperaba esto en mi plan original… sólo espero que no olvides nuestro trato… lo prometiste y tienes que hacerme caer en cuenta de todo.

Yo: ¿Quién eres tú? – le pregunté a la nada, pues la imagen ya se había desvanecido del todo.

John: ¿De qué hablas? Soy yo, John, tu hermano. ¿Acaso estabas pensando en Paul o algo as…?

No le di tiempo para terminar la frase, a media palabra ya estaba totalmente desmayada en el suelo.

 SIIIII, SEGUIMOS VIVAS BITCHES!! 
Perdón por la tardanza, pero Mónica sufrió un bloqueo hace unas semanas y quedó totalmente en blanco, fue gracias a una amiga que nos sugirió la escena de Paul - Gracias Laura, sé que estás leyendo esto e.e- que volvimos a escena. 

En cuanto a mí, el capítulo estuvo en mi poder tres días -todo un récord- y justo hoy lo terminé, la razón... Wagner es un alemán irresistible y los profesores unos desmadre. 

Pero bueno, finalmente estamos aquí, Y ESPERAMOS SUS COMENTARIOSSS!!
:3 Sugerencias, dudas, reclamos y alabaciones, lo que deseen :D

Para terminar, les dejo el link del fic grupal que estamos haciendo con Mary, Mónica, Ary y Cassandra:


Si no lo leen no serán bienvenidos en el cielo del rock (?

Ya, disfrútenlo, el próximo está en camino ;)







5 comentarios:

  1. Y si digo que quiero que Martha este con Paul??, que???, recuerden que ella tiene un trato con John y que se ande enredando con el es muy raro jajajajaja yo quiero que este con John, punto y si, deje mi futuro best seller)? para leer esto así que me deben recompensar con algo muajajajaja XD ya quiero leer cual es la idea de ella para echar a Fernanda del cuarto, esa tipa me cae tan pesimamente mal >.< se cree femme fatale y no es ni un pelo de eso, idiota. Ya se que Maria anda ocupada y todo eso, por eso no he hecho ni la síntesis del otro fic, pero espero que planeen algo pronto para el próximo cap, ah y para ser pesada (tengo que ser pesada aunque sea una vez al día), la escena de Paul también fue idea mía (no los detalles si no la idea en si de que hablaran), y es en serio, así que merezco créditos también)? jajajajaja bye :)

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    1. si mary se que fue tu idea, fue mi culpa no le dije a María paula que me habías ayudado con eso perdón.................. y gracias

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  2. Oigan yo tengo una alabanza, pfff... amé el capítulo, amo como escriben las dos. Ese Paul se me hace muy raro aquí pero me encanta como lo ponen en la fic al igual que John, muy bipolar por cierto... está loco.

    ¿Qué onda con el final? Ya quiero que suban pronto ¡por favorrrrrrrr! esta es demasiada intrigaaaa, siempre me dejan así en todos los capítulos pero bueeeh de eso se trata(?)

    Ya me pasé por su novela de Astral, no recuerdo bien el caso es que ¡ME ENAMORÉ DE ESA FIC! espero que también suban pronto ahí, ustedes escriben super bien, me dejan con ganas de leer MÁS, MÁS, MÁS.

    Ya dije que amé el capítulo(? bueno, idk. AMÉ EL CAPÍTULO, suban pronto.

    Besos♥

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  3. WOHHHHHH!!!! fue lo más hermoso! es escena con Paul,el todo "no me pude meter con ""eso""" y resulta todo enamoraaao" de martha ¬¬ ·Estúpido sin sentido.
    No se vale!!! quiero a john con martha, john viejo nunca pierde su carácter... pero él mismoo dijo que lo que importaba era hacerle caer en cuentta de su error, así que no importa si está con él.
    AY NO! Yo creo que a Martha ya se le olvidó el plan con ese repentino desmayo... siempre desmayandose mijita, valla a un doctor! en enserio.
    ok amoooooo con mi vida como escriben vosotras y el de astral, ahi les deje un comentario pa' que lo lean. ( no se por que estoy toda abreviando todo)
    Bueno, esto si se los dejo completico:
    Suban pronto :3

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  4. FINALLY!!! nuevo capitulo!!!!!! y LO AMEEEEEEEEE asdfghjkljhgfd *¬*
    no sé me encanta la idea de Paul y Martha (aunque sea amor apache) pero también me encanta la idea de John y Martha (aunque "insesto" o rara xD)...
    Y que aparece John version double fantasy tsssss jajajaja esa escena me gusto :B

    Suban pronto! PLEASE DON'T BE LATE ;'( vale saludos!!!

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