(NARRA MARTHA)
En cuanto los brazos de John me
rodearon, en cuanto me dijo lo que me dijo, en cuanto sentí que no estaba tan
sola como aparentaba estar, supe que volvía la esperanza luego de que parecía
haberse extinguido por completo. Sin embargo, esa sensación de satisfacción no
quitaba el hecho de que había estado casi media hora mojándome sin intentar
siquiera cubrirme y en cuanto a mi estabilidad psicológica… bueno, eso también
era demasiado inestable, así que obviamente… me desmayé. OTRA VEZ.
Alcancé a sentir que me llevaban
alzada entre dos personas y a pesar del sopor, mi inconsciente se preguntó
quién carajos sería el otro. Porque eran dos hombres, el aroma los delataba, y
uno de ellos era John, pero el otro…
Estaba en un patio, rodeada de
chicas que hablaban y se reían conmigo. Parecía conocerlas de por vida, pero no
era nada que en realidad recordara. Ni siquiera parecía la época correcta,
había cosas demasiado extrañas para ser la misma fecha del funeral. ¿Qué era
eso? ¿Era la vida de otra persona, podía ver el futuro o acaso veía una vida
que no conocía pero que tal vez había vivido?
De ser el último caso, no sería
un sueño, serían recuerdos. Como una confirmación a mis suposiciones, el sueño
de mis padres se repitió en mi cabeza, pero esta vez caí en cuenta de que era
yo la que se había ido. Y ellos querían que volviera de una forma u otra.
Sentí un vacío y me desperté. Me
había caído de la cama.
Pero no había caído en el suelo,
había unos brazos fuertes sosteniéndome y que al parecer habían evitado el
golpe final contra el suelo.
X: ¿Estás bien? Por Dios, estás
ardiendo en fiebre, creo que la lluvia de hizo daño. Vuelve a acostarte.
Esa voz era casi como un susurro,
pero aún así era muy hermosa. Sin embargo estaba demasiado alterada como para
responder de forma coherente.
Yo: No importa, ya nada importa.
X: Creo que estás en shock.
Vuelve a acostarte, eso te ayudará…
Yo: ¡¿Qué?! ¡NO QUIERO DORMIR!
¿QUIÉN ERES? ¿DÓNDE ESTOY?
El muchacho ignoró mi ataque de
pánico y se limitó a levantarme sin mucho esfuerzo y recostarme de nuevo en mi
cama. Mi cabeza daba vueltas y todo estaba terriblemente confuso. Julia ya no
estaba, John… no sabía que pasaba con John, Mimi jamás volvería a ser la misma
conmigo después de lo que le había dicho, y ahora para colmar todo, estaba en
una habitación extraña con un chico que no conocía. ¿Qué demonios…?
Yo: ¿Dónde está John? Quiero
verlo.
En medio de la oscuridad, empecé
a manotear a mí alrededor con una actitud psicóticamente nerviosa hasta encontrarme
con su cara, entonces él exasperado me agarró por las muñecas y me detuvo en mi
ataque de nervios.
X: Mira nena, John ya viene.
¡Cálmate!
Fruncí el ceño, frustrada, pero
en ese instante se abrió la puerta dejando entrar un hilo de luz que iluminaba
a John, quien venía con una taza de té entre sus manos. Justo antes de que John
prendiera la luz, el chico extraño me soltó las manos y se recostó en el sillón
como si nada.
John: Veo que ya conoces a Paul.
Paul, ella es Martha, Martha, él es Paul. – el chico se limitó a asentir
secamente.
Paseé mi mirada del uno al otro
con desconcierto y me senté en la cama. John se sentó al frente mío.
John: Vaya que haces escándalo
por estupideces. Sólo era Julia, no tenías porqué desmayarte en medio del
cementerio.
Nunca antes le había dirigido una
mirada cargada de tanto odio a alguien como lo hice con John en ese instante. Recibí
el té que me había traído y empecé a tomármelo cínicamente.
Yo: No intentes ocultar tu dolor
burlándote de mí, sé qué es lo que estás sintiendo en este momento.
John: ¿Ah sí? ¿Y qué es lo que
estoy sintiendo según tú? – gruñó acercándose a mí con una mirada amenazadora.
Yo: Dolor, ira, impotencia, ganas
de matar al que se te atraviese para vengarla…
John: Muy graciosa. Habla la que
intenta calmar a los demás cuando cada dos por tres entra en un shock de
nervios.
Yo: ¿Por qué insistes en negarlo?
¡Era tu madre, John!
John: ¡YA SÉ QUIEN ERA! ¿CÓMO NO IBA
A SABERLO?
Paul: Creo que los dejaré solos.
Soltamos un respingo en cuanto
escuchamos la voz del muchacho, que aunque sonaba calmada, también dejaba
percibir algo de incomodidad. No lo culpaba, habíamos olvidado completamente su
presencia y supuse que no era lo más agradable observar una pelea que no era de
él, aunque por otro lado, ahora entendía la actitud de John, lo cohibía hablar
de sentimientos en frente de otras personas. Miré a Paul con cierto remordimiento.
Yo: Adiós Paul, un gusto
conocerte. Es una lástima que sea en estas condiciones.
Paul: El gusto es todo mío.
Espero que te recuperes pronto.
Sonreí por única respuesta y él
también lo hizo, dejando a la vista una de las sonrisas más bellas y sinceras
que había visto en mi vida. Sin embargo,
sentí algo extraño quebrarse en mi interior, como si tuviera que
recordar algo importante…
John: Adiós Paul, gracias por
todo, en especial por ayudarme con esta…
Yo: ¡Oye!
Él asintió divertido y se fue.
Apenas abandonó la habitación, lancé una almohada a la cabeza de John y él
se carcajeó. Amaba como se reía.
Yo: ¿Puedes explicarme qué hago
en tu habitación?
John: Quedaba más cerca –
respondió encogiéndose de hombros. Puse los ojos en blanco y él hizo ademán de
levantarse con la taza de té ya vacía. – Normalmente me aprovecharía de la
situación, pero ahora me iré.
¡¿Qué?! Estaba ya abriendo la
puerta cuando le supliqué casi en un gemido:
Yo: Primero me besas, me dices
amor… ¿y ahora me dejas aquí sola, en este estado?
Se quedó congelado en la puerta y
sentí su respiración entrecortada. No, ya no se iría.
(NARRA JOHN)
¿Que… qué había dicho? ¿Eso
significaba que ese “beso” había sido importante para ella? Me volteé
lentamente y busqué sus ojos, en los que encontré una mirada disimulada muy
sensual… pero no, ella era mi hermana… tenía que cortar esto.
Yo: Mira niña, no te confundas.
Eso fue solo producto del momento, nada más. – resoplé aparentando una
indiferencia que no sentía en absoluto.
Martha: No te creo, si hubiera
sido así, entonces no me hubieras llamado “amor”.
Yo: Eres mi HERMANA – procuré
pronunciarlo lentamente – te dije eso porque te quiero así.
Martha: No inventes John, ambos
sabemos que no es verdad. – sonrió y se enderezó en mi cama.
Mierda, por más que quisiera
ocultarlo, ella me conocía de toda una vida, era imposible siquiera intentarlo.
Me hizo espacio a su lado y me indicó que me sentara. Rindiéndome, dejé la taza
encima de mi armario y le hice caso.
Martha: Pienso que es favorable
empezar… por el principio. ¿En qué pensabas cuando me besaste esa vez?
Puse mi mano en mi nuca, tratando
de recordar las razones por las que lo había hecho, pero lo único que se me
venía a la mente era su piel nívea, sus labios provocativos…
Yo: No lo sé… en nada supongo,
fue algo instintivo, algo que debí haber controlado pero que no pude.
Noté que estaba separando sus
labios para refutar lo que acababa de decir, pero la interrumpí:
Yo: Martha por favor, no entremos
a debatir esto, es algo que ya pasó, algo que ambos dejamos que pasara.
No respondió, en lugar de eso,
empezó a hacer círculos con la yema de sus dedos sobre la colcha mientras
miraba distraída al techo. Interrumpí el trayecto de sus dedos inquietos, tomé
su mano y los besé uno por uno sin quitarle la mirada de encima. Ella me miró a
su vez y soltó un suspiro bajo.
Yo: Lo que menos quiero es que
esta situación nos separe… siempre hemos tenido algo especial y no quiero que
eso se acabe por tomar decisiones equivocadas.
Algo de lo que dije la alteró un
poco, pero luego esbozó una sonrisa nostálgica.
Martha: Sí… supongo que era algo
que tenía que pasar.
Me sentí complacido por su
respuesta, pero mi semblante volvió a tornarse serio cuando una lágrima
solitaria se escurrió por su mejilla.
Yo: ¿Por qué lloras? Si te
molesta que esté aquí, siempre me puedo ir…
Pero en lugar de dejarme ir, se
agarró de mi camisa y empezó a sollozar.
Martha: No eres tú… no te vayas
tú también. – suplicó, y la miré con sorpresa.
Yo: ¿Qué es lo que pasa?
Martha: Es Julia… es solo que
luego del accidente me dijo algo… algo que me acabas de recordar…
(FLASHBACK)
Julia: Martha querida…
cuídate mucho… saluda a John por mí, dile que… que lo amo más que a nada y que…
que espero que algún día me perdone… por dejarlo… por favor cuídalo, yo sé que
ustedes dos… tienen algo especial… cuídense mucho…
Yo: Por favor Julia, no me dejes, no puedes hacerlo
ahora…mírame a los ojos… te necesito, John te necesita, por favor….
(FIN FLASHBACK)
(NARRA MARTHA)
Cuando terminé de
contarle, sentí su rigidez por unos instantes, luego de los cuales pasó su
brazo por detrás de mi espalda. Apoyé mi cabeza en su hombro y vertí algunas
lágrimas más, pero él me levantó el rostro por el mentón y me miró directo a
los ojos, con esos ojos destellantes y profundos que tenían la particularidad
de hechizarme cada que los veía.
John: ¿Alguna vez
te dije que tienes unos ojos hermosos? – ronroneó con una sonrisa, luego con su
mano libre, pasó sus dedos por mis mejillas, limpiando de paso las lágrimas
rebeldes que insistían en salir – No me parece justo que los arruines con esto,
deja de llorar… ¿por favor?
Asentí como una
niñita obediente y sonreí por su extraña ternura. Era increíble conocer su lado
sensible.
Sentí sus labios
rozar los míos y me preparé para devolverle el beso, pero él terminó besando mi
mejilla con una sonrisa pícara. Ambos sabíamos que no iba a terminar ahí… ambos
sabíamos qué pasaría.
Las palabras de
Julia flotaban en el aire como impulsándonos, y no tardé en rendirme. Aunque no
hubo lucha en realidad, nunca dos personas habían deseado algo de esa forma
antes.
Bueno aquí estoy otra vez, con los capítulos trasnochados de siempre ;) El título no tiene mucho que ver, sólo que me encanta la voz de Elvis a las 2 am :D ¿Qué les pareció? A mi me pareció inevitable, ambos son tan lindos juntos :3 Pero bueno, tal vez Mónica decida que se queda con alguien más...
Aly, creo que aquí tampoco hay beso... pero habrá algo más 1313 muehehehe PACIENCIA aparecerás, pero aún no sabemos cuándo. Pronto.
Vale, los dibujos son divinos <3 te quierow
Mary, ¿qué piensas de esto? Algo extraño, pero así somos nosotras, además, ¿quién no mata por ver a John en plan romántico-tierno? :3
Rita, aquí estáaaa! A ella le dí la premiere, suertuda esta. Yo estoy igual de muerta por aquí, al parecer es contagioso (? ¿Y dónde estaba más caliente?
Valeria, VOLVISTE! Estoy de acuerdo contigo y lo de John... ¿qué tal estos "hermanos" hoy? Muy juiciosos, me parece.
Chicas, duerman mucho - M I O, Rita - y coman pollo con champiñones (? no sé, tengo demasiado sueño para pensar bien.
Cuídense.
By: Las ideas inquietas del cerebrito de Mónica McCartney
And: La redacción somnolienta y medio cursi de Lady Mary.