(NARRACIÓN NORMAL)
Mimi: John Winston
Lennon ¿se puede saber dónde estabas?
John miró
incómodo a su tía y luego adquirió su típica postura de “chico malo”
John: La verdad
es que eso no te interesa en lo más mínimo Mimi. Ya soy bastante mayor para
estas cosas. – dijo casi escupiendo las últimas palabras. Iba a subir a su
habitación pero recordó a Martha… ¿a dónde había ido esa malcriada? Se volteó
hacia Mimi de nuevo - ¿Y Martha a dónde fue?
Sin embargo
comprendió que no recibiría respuesta. Mimi lo miraba con tal furia que sintió
un temblor por todo su cuerpo. Ah, por eso era que no debía hacerla enfadar…
Mimi: Eso no te
interesa en lo más mínimo, John. – dijo
repitiendo con ira las palabras que John dijera antes. Puso sus manos sobre sus
caderas y lo miró con superioridad – Ahora ve a tu habitación y no sales hasta
que yo te diga. ¡Y nada de escaparse Winston!
El aludido subió
milagrosamente rápido, pero por su cabeza ya empezaba a desarrollarse un
elaborado plan…
(NARRACIÓN
MARTHA)
Carne, carne,
carne ¿QUÉ NO PODÍAN SER VEGETARIANOS? Odiaba salir a comprar carne, olía
terriblemente mal. Estaba en el mercado
y ya había comprado la carne, pero no tenía ganas de volver a casa pronto,
cuando John y Mimi tenían sus peleas no había quien los aguantara. Aunque
posiblemente no hubiera habido ningún tipo de pelea, pero era mejor no
arriesgarse. Con Lennon nunca se sabía.
Observaba con
curiosidad un amuleto del Yin-Yang. Era hermoso y estaba a punto de comprarlo
cuando…
Robert: Hola
Martha, que bueno encontrarte.
Me sobresalté por
segunda vez en ese día y por causa del mismo hombre. Levanté la mirada del
amuleto irritada y saludé con cierto fastidio. El maestro no pareció notarlo.
Robert: Vaya, no
sabía que te interesaba el taoísmo.- dijo refiriéndose al amuleto.
Yo: La verdad que
no, pero este talismán es muy hermoso. –
dije antes de comprarlo.
Robert: Ah…- se
veía incómodo. Solté una risita. No era tan amenazador sin el tablero detrás
¿eh?
Pareció acordarse
de algo y empezó a buscarlo a su alrededor. Encontró lo que buscaba: un
muchacho como de mi edad.
Robert: Te quería
presentar a alguien. George Harrison – dijo señalando al chico a su lado- será
tu tutor.
George – dijo dirigiéndose a él – ella es Martha Lennon.
El muchacho me sonrió
tímidamente y extendió la mano.
George: Un placer
conocerte.
Pero yo no la
estreché. No moví un músculo. Me quedé embobada, prendida de sus ojos oscuros y
su sonrisa modesta. Y es que no sólo era lindo, sino que tenía la sensación de
haberlo visto antes, como en un sueño, tal vez el mismo sueño en el que había
pensado todo el día. ¿De dónde…?
El chico bajó la
mano avergonzado. Seguro pensó que había hecho algo mal y que por eso no lo había
saludado como debía. Sacudí la cabeza como despertando de un trance y lo saludé
con una sonrisa. George se sonrojó.
Yo: Creo que te
conocía de antes…
George: Lo dudo-
respondió con rapidez. Parecía querer agregar algo pero se calló.
Luego de eso hubo
un momento de silencio terriblemente incómodo durante el cual nos mirábamos las
caras como idiotas, sin decir una palabra.
Carraspeé y me
arreglé el cabello en un gesto que debía ser natural. Lucía como tonta.
Yo: Eh, lo
siento, debo irme a casa.
Robert: ¿Qué? Ah
sí, claro… nos vemos en clase.
Yo: Por
supuesto…- no me emocionaba en absoluto. Miré a George y sonreí- Adiós George.
George:
Adiós Martha. Recuerda que nos veremos en la biblioteca
después de clases.
Yo: -en un susurro- Cómo olvidarlo…
George: ¿Dime?
Yo: Nada, nos vemos allá. Hasta entonces.
George: Adiós.
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No me lo podía sacar de la cabeza, la
sensación era impresionante. Estaba totalmente segura de que lo había visto
antes, pero él juraba que no nos conocíamos. Pensé camino a casa que tal vez lo
había visto en la calle, Liverpool era bastante pequeño y podía haberlo visto
pasar algún día… pero no, no era ese tipo de sensación. Era como si lo
conociera de toda la vida.
Estupendo, más preguntas sin respuesta. Me
empezaba a volver loca.
Por el camino me
encontré con Jackie y Victoria, las hijas de Julia, que se compraban un vestido
en compañía de su madre. Sabía que era la madre de John y también sabía que él
se escapaba de la escuela a veces solo para estar con ella. Y como hacía feliz
a John, también a mí. Y la verdad es que ella era bastante agradable.
Yo: Hola Julia- dije
acercándome. Ella me reconoció y me abrazó.
Julia: ¡Martha! Mira
que grande estás, ¡pareces toda una mujer! ¿Cómo estás?
Yo: Bastante bien,
gracias- dije luego de apartarme de su abrazo con una sonrisa- ¿Qué hacen por
aquí?
Julia: Iremos a cenar
a tu casa… ¿No te dijo Mimi?
Yo: No que yo sep… ¡La
cena! ¡La carne! ¡Oh Dios! – salí disparada hacia mi casa- ¡Nos vemos allá
Julia! – grité.
No escuché su
respuesta, pero realmente no interesaba. ¿A quién se le olvida la carne que
acaba de comprar? ¡Mimi iba a matarme! Definitivamente
necesitaba algo para la memoria…
Entré agitada a la
casa y me encontré con una mujer desesperada.
Mimi: ¿Dónde estabas?
¡Te llevo esperando casi dos horas!
Yo: ¡Lo siento! Olvidé
que traía la carne y se me pasó el tiempo…
Mimi: Da igual, dámela
ya.- dijo arrebatándome la bolsa y corriendo a la cocina.
Ah sí, olvidé
mencionar que no era la primera vez que me pasaba… ¿Pero a quién se le ocurre
encargar a una inestable adolescente algo tan importante como comida?
Ya que Mimi no parecía
necesitar ayuda (y tampoco es que yo supiera lo suficiente sobre cocina para
ayudarla) subí las escaleras hacia mi habitación.
En el corredor del
segundo piso y al frente de las escaleras estaba la habitación de John, (por
orden de Mimi, así era más fácil vigilarlo… en teoría) hacia la derecha la
habitación de ella y a la izquierda la mía. Cada cuarto tenía su propio baño y
armario.
Caminé hacia la
izquierda, pensativa. Ese chico… que extraño. Sin embargo iba tan distraída que
sin querer choqué contra la puerta de la habitación de John y caí al suelo.
Demonios. John pensó que había llamado a su puerta y salió unos segundos
después, pero al encontrarme tirada en el piso soltó una carcajada.
John: ¡Solo mírate!
¿Qué haces ahí tirada?
Yo: Me tropecé- dije
enderezándome fastidiada y arreglándome la ropa.
John: JAJAJAJAJAJA ¡y
yo pensé que era yo el que necesitaba gafas! ¿En quién pensabas, querida
hermanita? ¿Quién es capaz de volverte tan torpe?
En situaciones
normales le respondería o le seguiría el juego, pero hoy había sido un día tan
desastroso que no tenía ánimos de hacer absolutamente nada. ¡ESTABA HARTA! Lo
miré con odio y me volteé dramáticamente para luego bajar las escaleras.
Esperaba una burla de su parte por ese gesto infantil, pero sorpresivamente,
sólo se encerró en su habitación.
Yo: Algo trama ese
estúpido… Con suerte averiguaré qué es y lo podré usar en su contra. Sería algo
perfecto en este día tan horrible.
Era tarde y Julia no
tardaba en llegar, pero aún así salí a la calle. Tanto ajetreo tenía mi mente
vuelta polvo y un paseo por el las calles de Liverpool me haría bien. Respiré
el aire de la noche y me dirigí al muelle.
Nunca me había dado
cuenta de lo relajante que podía resultar caminar a la luz de la luna… Sí,
sonaba absurdamente cursi, pero eso no significa que no fuera verdad. El aire
puro mezclado con el frío nocturno entraba a mis pulmones y regeneraba cada
célula de mi ser. Caminaba a un paso
bastante lento, sin embargo ya estaba a punto de llegar a mi destino final: el
muelle. No sabía por qué lo había escogido, ni lo que haría una vez llegara,
pero no iba a cambiar justo ahora.
Por el camino encontré
una banca y sentí unas ganas irresistibles de sentarme ahí y terminar mi
improvisada “terapia de relajación” y eso habría hecho, de no ser por el sonido
que escuché a unos cuantos metros de mí. Me quedé helada, escuchando
atentamente. Eran pasos.
Volteé ligeramente la
cabeza y con el rabillo del ojo logré ver a un hombre que me superaba en edad
por lo menos diez años y que se acercaba sigilosamente. Tenía algo en el
bolsillo de su gabardina que centelleó con la luz.
Me aterré y empecé a
caminar más rápido. Oía sus pasos tras de mí cada vez más cerca, así que empecé
a correr, lo que fue una mala idea porque probablemente él corría el doble de
rápido que yo. La adrenalina recorrió mi
cuerpo y mi velocidad aumentó de una manera sorprendente, ganando así cierta
ventaja. Me escondí en una callejuela cercana y miré alrededor buscando ayuda.
¡No había nadie! Mi respiración se aceleraba cada vez más y estaba segura de
que si lo veía de nuevo gritaría tan fuerte que despertaría a media ciudad.
Bueno, tal vez así encontrarían mi cadáver. ¿Cadáver? ¡No, no! ¡No podía morir
aún!
Volteé mi cara hacia
adentro del callejón como idiota, pues era obvio que el tipo que me seguía no
podía haber entrado ahí sin que lo viera, pero estaba tan asustada que no lo
pensé cuando escuché ese ruido. Era un estúpido gato. Solté el aire y una mano
helada me cogió del hombro. Grité como loca desquiciada y lancé un codazo defensivo
al hombre que estaba detrás de mí.
X: ¡Argh! ¡Maldición
Martha!
¡Sabía mi nombre!
¿Cómo pudo haberlo sabido?
Aproveché que estaba
encogido de dolor y lo empujé hacia la pared.
Martha: ¿Quién eres?
¿Por qué sabes mi nombre?
X: Demonios Martha,
soy yo, George, George Harrison! – dijo el muchacho frotándose el estómago del
dolor. Lo solté asombrada. ¿George? Había algo pegajoso en mis manos. Era
sangre. Y no era mi sangre.
Martha: Por Dios
George, ¡estás sangrando! ¿Qué fue lo que pasó?
Oh crap lo logré!!!! :D
Dije que subiría dos pero por cuestiones de tiempo, el segundo lo subiré hasta el sábado. Pueden esperar dos días ¿cierto? Más vale que sí!
Gracias por sus comentarios, sí Rita, CLARO QUE PUEDES RECOMENDARNOS NO TIENES NI QUE PREGUNTAR! Estaríamos encantadas! :D
Y Valerie, (sé que es Valeria pero te diré Valerie >:D ok no ^^) Adivinaste! Disfruta a tu Georgie :D
Sé que dejé la intriga y todo eso pero, citando al John fantasma "Es más divertido así" :D
Por si se preguntan, publico yo los capítulos por lo que hago la edición final y es más fácil que lo publique yo a pasarlo otra vez a Mónica y eso ... EN FIN!!!
Disfruten su episodio y COMENTEN !!
I swear, responderemos todos los comentarios y los mencionaremos en la siguiente entrada :D
Demasiados :D
:D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D :D
Enjoy!
By: El impresionante generador de ideas de monica McCartney
And: La ideal edición de Lady Mary.!
no sospechaba mucho que era george e_e y yo pense que el codazo le habria perforado el estomago a george DD:
ResponderEliminary claro que la recomendare :DD tiene esa genial redaccion y la trama sahadsjklhjlsda bueno ya me calmare...este es mi fic :DD para si quieren leerlo .__. oh no se dejar un comentario anonimo diciendo que es basura e_e bueno no ._.
summertimeficaly.blogspot.mx
y creo que podremos esperar dos dia...dos dias? dos dias? enserio? TT_TT eso es mucho DD: pero bueno...tratare de no ahorcame xD saludos c:
LO SABIA! :B Sabia que era George :333 jajaja y le pego pensando que era el hombre jaja que bonito c':
ResponderEliminarLlamame como quieras, con tal de que el inicio sea con "Valer" en mi salón me dicen Valerita jajaja o Vale jejeje Pero bueee...
Espero que suban pronto! Saludos :D
Jajajaja martha se parece a mi, no sabe ni un carajo en mate y tiene muy mala memoria xD
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