(NARRACIÓN JOHN)
Martha, niña torpe. ¿Quién descuida la
cocina de esa manera? Hasta un mono con peluca la cuida mejor y no hace tantos
desastres. Ya tendría que estar acostumbrado, pero la verdad es que cada vez me
exasperaba de una forma diferente, aunque debía admitir que por esa razón mi
vida era entretenida.
¡Pero esto era injusto! ¿Cómo supo de mi
escapada? Había sido perfecta, ni un ruido, ni una luz, ¡NADA! Bueno tal vez
sí, cuando volví estaba algo –bastante - ebrio y quizás hice mucho ruido, pero
de todas formas nadie se había enterado. Malcriada con sexto sentido.
Y entonces recordé que había dicho algo por
la noche tras la puerta… ¿Qué era? Algo como “no bebas mucho, cariño…” AH,
¡ENTONCES AHÍ SE DIO CUENTA! Nota mental: No dejar la puerta abierta nunca más
en mi vida. Desde ahora entraré por la ventana. Bueno, tal vez no tan
exagerado, pero debía alejar a esa mocosa de mi cuarto.
Ahora no solo tenía que pensar en una
estrategia para ir a América legalmente – aunque tal vez en últimas terminaría
de ilegal – sino que también tenía que hacerme cargo del desastre de mi
hermana. Oh sí, mi vida iba mejorando cada vez…
Mimi: ¡Martha cariño! ¡Ven aquí! – Ella
estaba mirando la calle con aire pensativo, pero en cuanto escuchó a Mimi se
nos acercó – Pobrecilla, debe estar sintiéndose culpable, solo mírale la cara
de inocencia… no puedo creer que en un principio creyera que fue ella en vez
de ti John, que equivocada. Ven linda,
no te sientas mal, no fue tu error, fue el de éste adolescente rebelde que no
sabe cocinar. Bueno, pero ahora te concentras en estudiar muy juiciosa, no
olvides tus responsabilidades. Ve y arréglate.
Ella asintió sumisa y se fue. Pero antes de
entrar a la casa, volteó su rostro y me lanzó una mirada burlona. De eso no se
salva…
Mimi: Y tú John, vas a ayudarme a limpiar
todo este desorden. Deberías estar avergonzado.
Yo: ¡Pero Mimi! Esto es injusto, yo no fui
el tarado que dejó incendiar la cocina y además tengo muchas otras cosas que
hacer.
Mimi: ¿Qué tu no qué? ¿Fuiste tú, cierto?
Controla tu lengua Lennon, controla tu
lengua.
Yo: Me refería a que no lo hice
intencionalmente. Lo que sí fue claro es que tengo cosas que hacer y no puedo
perder el tiempo en eso.
Me miró sorprendida y puso los brazos en
jarras.
Mimi: ¿Qué cosas?
Yo: Tal vez no te fijes, pero tengo toda
una reputación que defender, no puedo ir por ahí diciendo que arreglé la
cocina.- dije como si fuera lo más obvio del mundo.
Mimi: No me interesa esa reputación que
llevas Lennon, así que más vale que lo limpies rápido, o conocerás de lo que
soy capaz.
Iba a responder agresivo, pero recordé mi
plan aún no formado de ir a América y pensé que sería mucho mejor ir sumando
méritos con mi tía. Así que dejé pasar las cosas y acepté mi castigo.
Limpié la cocina con tanta dedicación que
quedó más limpia de lo que Mimi la dejaba siempre. Estaba orgulloso de mi
trabajo.
Martha: Vaya, vaya… si no fuera porque he
visto la suerte que tienes con las mujeres, diría que eres gay. Esto te quedó
mejor que a Mimi.
Estaba recostada sobre el marco de la
puerta y esa mirada burlona seguía en su cara.
Yo: Cállate tonta, no estaría haciendo esto
de no ser por ti. ¿Ya estás lista, enana?
Martha: Sí Johnny, desde hace un buen rato,
pero no creo que puedas decir lo mismo.
Me miré y me di cuenta de que estaba lleno
de hollín y suciedad. Ah, demonios. Le lancé una mirada asesina y subí a mi
habitación, me cambié de ropa y bajé rápidamente.
Yo: ¿Lista? – Ella estaba leyendo una
revista en el sofá.
Martha: ¿Tan pronto? Qué suerte ser hombre,
¡no te demoras nada! Apuesto a que ni te bañaste – dijo levantándose y
poniéndose la maleta en la espalda – Lista John, vámonos.
Yo: Cierra el pico, vamos.
Después de toda un sermón por parte de Mimi
sobre no hacer esto, no hacer aquello y un “más vale que madures, John” y otro
“Cuídate, Martha” salimos de casa y nos fuimos al instituto.
Yo: Quedé como un idiota frente a Mimi,
gracias por tu ayuda.
Martha: ¿Y desde cuándo te importa? Tú
estás planeando algo Lennon, y si no me dices qué es, te juro que voy a…
Se calló de improviso y se sonrojó
bruscamente. Me sorprendí de su reacción y miré alrededor para ver el motivo de
su inquietud. En la esquina, recostado contra la pared, estaba Stu. Cosa rara,
él también se mostró nervioso al ver
Martha. ¿Qué pasaba ahí? Umm… pero era imposible, ¡ellos eran solo
amigos! ¿O no? Les tendería una trampa, averiguaría que pasaba entre los dos.
Mi venganza comenzaba.
Stu se acercó dudoso y sonrió tímidamente.
Stu: Gusto en verte John, pensé que habías
muerto en el incendio.
John: ¿Cómo te enteraste?
Se encogió de hombros.
Stu: Esto es Liverpool, las noticias
vuelan. ¿Es cierto que tuviste que limpiar la cocina?
John: ¡Cállate vago! Sigo vivo ¿no ves? Eso
es lo que importa. Y de hecho creo que estoy más apuesto que antes.
Stu: Lo que digas Johnny- dijo soltando una
carcajada. Le dio una ojeada a Martha, desvió la mirada y se sonrojó.
Ajá…
John: ¿Sabías que Martha estuvo ahí
también? Apuesto a que su experiencia es más emocionante que la mía. ¿No es
así, hermanita?
Ambos me miraron incómodos.
Stu: Sí bueno… ¿Qué tal estás, Martha? Veo
que aún no has muerto.
Martha: Estoy bastante bien, gracias y no
creo que se deshagan de mí tan fácilmente. Soy inmortal – Dicho esto, esbozó
una sonrisa descarada, que provocó estragos en el color de piel de Stu. Fingió
no notarlo y me miró suplicante – Vamos John, tengo que ir a clases.
Estaba tan concentrado en su conversación,
que esa petición me tomó por sorpresa.
Yo: ¿Eh? Sí claro, vamos Stu.
Caminamos unos cuantos metros sin hablar.
Resultaba desesperante, tenía que acelerar las cosas…
Yo: ¡Demonios! Olvidé algo en casa, sigan
sin mí, nos vemos al rato.- dije a la vez que levantaba mi mano y me despedía
mientras iba avanzando en la dirección contraria.
Martha: ¿Qué tú qué? – dijo con un grito
nervioso que rayaba en psicosis. Al parecer se dio cuenta, porque la siguiente
frase la dijo calmada - ¿Y qué es tan importante?
Yo: Es algo vital para evitar paternidades
prematuras. – dije sonriendo y corrí en dirección a mi casa. Volteé brevemente
y vi sus caras de estupefacción.
Solté una carcajada, y cuando estuve a una
distancia considerable, me detuve.
Caminé hacia el instituto de nuevo. Esto
debía funcionar, tenían que besarse o algo. Y yo estaría cerca para verlo.
Distinguí sus figuras a lo lejos y empecé a seguirlos sigilosamente.
Esto sería genial.
(NARRA MARTHA)
Así que John se había dado cuenta.
Bastardo. Pero… ¿cuenta de qué? Lo que pasó con Stu no había sido nada, un
simple beso en la mejilla que a fin de cuentas, se lo daría a cualquiera. Tal
vez solo estaba sobreactuando y no pasaba
nada. Pero yo deseaba que pasara algo, digo, era Stu, el hombre ideal.
Aunque también era Stu, el mejor amigo de mi hermano, y Stu, el amor platónico
de Ashley. Ah, todo esto era absurdo. Pero…
¿Lo había imaginado, o él también estaba nervioso?
Seguí caminando como si estuviera sola
hasta que Stu empezó a hablar.
Stu: Y… ¿Cómo terminó tu día ayer?
Yo: Ah pues… no fue nada extraordinario –
que mentira tan vulgar – Solo digamos que pasó algo
especialmente estresante.
Stu: Ah… ya veo.
Silencio incómodo. Genial, esto solo me
pasaba a mí.
Yo: Eh… ¿Y a ti como te fue?
Pareció sorprendido por la pregunta.
Stu: Bien, tú sabes. Normal.
Yo: ¿No te viste con John en la noche? – lo
miré desafiante. Tenía fuertes sospechas acerca de todo ese asunto de la
fiesta.
Stu: ¿Por qué crees eso? – respondió con
una mirada inquisitiva.
Yo: Oh vamos Stu, los conozco lo suficiente
como para adivinar lo que hacen en las noches. Sé que van juntos a esas fiestas…
Stu: ¿O sea que tu pregunta está basada en
una suposición? – Para ese momento, su tono era de burla.
Lo miré incómoda. Estaba segura al 80% de
que había estado con él, pero siempre existía ese maldito 20% que te hace
quedar mal.
Yo: No, estoy segura. Y la que hace las
preguntas aquí soy yo- solté enojada.
Stu: Amo cuando pones esa cara – dijo sonriéndome.
Yo: ¡No me... no me cambies de tema! – Exclamé
con un leve sonrojo.- ¿Escaparon anoche, o no?
Él soltó una risita. Se empezaba a agotar
mi paciencia.
Yo: Qué, ¿dije algo gracioso?
Stu: Claro que no, solo pensaba en algo.
Yo: ¡Lo sabía! ¡Ambos salieron anoche! ¿A
dónde fueron?
Stu:
No, no salimos.
Yo: ¿Entonces de que te reías? – estaba al
borde de la desesperación.
Stu: Sólo me reí. – dijo el tan calmado,
que exploté en lo que parecía un ataque de pánico.
Yo: ¿Por qué fuiste con él? ¿A dónde
fueron? ¿Había muchas chicas? ¿Cómo hizo Lennon para entrar sin matarse?
Apuesto a que lo ayudaste, tú, maldito…- Entonces me tapó la boca con suavidad.
Expulsé una impresionante cantidad de aire por la nariz.
Stu: Cálmate, vas a morir de nervios un
día.
Me soltó y respiré varias veces. Nos habíamos
detenido, así que seguimos caminando, en silencio. Aunque éste no duró mucho…
Stu: ¿Es mi impresión o estás celosa?
Frené en seco. ¿Celosa yo?
Yo: ¿Celosa? ¿De qué estaría celosa? Yo no
estoy celosa. No sé de donde sacas esas tonterías.
Esbozó una sonrisa y se me acercó.
Estábamos tan cerca que sentía su aliento en mi nariz congelada.
Stu: Celosa de que estuviera con otra
chica. ¿Me equivoco?
Iba a responderle algo, pero… salió a
correr. Lo seguí lo más rápido que pude, pero era mucho más rápido que yo. Me
costó alcanzarlo.
Yo:¿Por qué…hiciste… eso? – dije fatigada.
Stu: ¿Hacer qué?
Yo: ¡Correr de esa forma! Por cierto,
corres demasiado rápido.
Stu: Gracias… Vamos tarde a clases,
teníamos que apurarnos.- No sonaba muy convencido. Y tampoco es que yo le
creyera mucho.
Yo: Claro… En ese caso me iré. Nos vemos
luego.
Tomé rumbo hacia el instituto, demasiado
confundida como para hacer conjeturas válidas. Eso había sido demasiado raro…
Stu: ¡Espera! – corría detrás de mí. ¿Acaso
sufría de bipolaridad? Me volteé y lo encontré casi contra mi cara. Me aparté
un poco para dejarlo hablar.
Stu: Lo siento, eso fue muy grosero de mi
parte. Es que… me pusiste demasiado nervioso. ¿Me perdonas?
Me miraba suplicante, solo le faltaba
arrodillarse para ser más convincente. Sonreí.
Yo: Por supuesto, aunque la verdad es que nunca
estuve enojada contigo.
Stu: ¿Ah no? Genial, en ese caso… ¿puedo
invitarte a salir?
Me sonrojé. Más vale que esto no fuera un
sueño, todo era perfecto.
Yo: ¡Por supuesto! ¿Cuándo?
Stu: En la tarde. ¿Te parece bien si te
recojo?
Estaba a punto de responderle con un “¡Claro
que sí! De paso, casémonos” cuando recordé la clase de trigonometría extra con
George.
Yo: Tengo práctica de Trigonometría en la
biblioteca luego de clases, lo siento.
Stuart: No te preocupes, paso por ti cuando
salgas de allá, ¿te parece?
Yo: Sí – dije demasiado emocionada como
para responder otra cosa. Sonrió mostrándome sus dientes perfectamente blancos
y me besó en la mejilla, para luego irse corriendo a su instituto.
Sonreí dichosa y me dirigí al mío. Una cita
con Stuart. Hermoso.
Aunque deseaba estar plenamente feliz, por
mi cabeza rondaba un inconveniente. Ashley.
¿Cómo reaccionaría?
Decidí no darle demasiada importancia y
entré a clases.
(NARRA JOHN)
¿Cómo era que no se habían besado? Habían
estado cerca, demasiado cerca, pero ni siquiera habían rozado sus labios.
Cobardes.
No tenía ánimos de ir al instituto, por lo
que me dirigí hasta un bar cualquiera para distraerme un poco.
Una vez allí, me encontré con alguien muy
especial.
Yo: ¿Pete? ¿Pete Shotton?
El muchacho vestido con chaqueta de cuero que coqueteaba con la
camarera se volteó y me miró asombrado.
Pete: ¿John? ¿John Lennon?
Well, well aquí está el prometido. Se viene The QuarryMan, contengan la respiración (?
Rita y Valery, les contesté sus comentarios en su entrada anterior ;)
Perdón que no escriba más, pero el sueño me vence... ¡Lo que hago por el blog! JAJJAAJA
Esperen el nuevo capítulo, llegará con sorpresas.
Enjoy!
Y duerman, duerman mucho, no hay mayor placer...
Well, well aquí está el prometido. Se viene The QuarryMan, contengan la respiración (?
Rita y Valery, les contesté sus comentarios en su entrada anterior ;)
Perdón que no escriba más, pero el sueño me vence... ¡Lo que hago por el blog! JAJJAAJA
Esperen el nuevo capítulo, llegará con sorpresas.
Enjoy!
Y duerman, duerman mucho, no hay mayor placer...
claro que lei la respuesta :'3 ya se que no hay mayor placer que el sueño y mas cuando hace calor y duermes en el suelo y uno asi de:gloria de los DIOSES *0* ok ya ._. yo duermo mucho por lo que me mantengo joven y bella ashdajsabj es como darle publicidad a una crema anti arrugas o no se xD bueno...¿te compraste un puercoespin? ¿recuperaste tu hamster? me da curiosidad saber que paso con tu hamster y no creo que mi gato aparezca e_e ya perdi las esperanzas y creo que esta muerto ;_; bueno ya :DD no importa...¿a quien no le gustaria que george le diera clases? es como que roger taylor te toque la cabeza *0* ok se vio algo raro eso .__. igual espero que esten bien y sigan escribiendo porque no se que pasaria si cancelan este fic ._. saludos :DD
ResponderEliminares Pete!!!!!!!! y Stu *w* no sé alkjdkasd como que es tan...alkdsjalsd malditamente hermoso! @.@ XDDD me emocioné laksdj wujuuuuuuuse viene the quarrymen :DD luego johnny and the moondogs lkjdasld luego the silver beatles y ya sabes que sigue xD en fin...que lindos capitulos c: sigan así que siempre me quedo como todo un minuto mirando la imagen principal cuando abro el blog xDD saludos!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSoy nueva siguiendolas, pero... hace mucho ya leo el blog.
ResponderEliminarJejejeje imaginense quien soy... ya me conocen,y hablo con ustedes cada día ... las vigilo jajajajajajaja.
Mentira, pero si saben quien soy y me conocen y las conozco y en fin... SUBAN PRONTO!!!! me estoy estresando y enloqueciendo etc... ya recomendé el blog... el todo es que sí lo lean esas niñas... Ok
Bye ^^